LOS ADOLESCENTES DE LAS CORPORACIONES

Elissa Moses, vicepresidenta primera de la agencia publicitaria neoyorkina BrainWaves, calificó la aparición del sector demográfico juvenil como “una de las mayores oportunidades de comercialización de todos los tiempos”*1

Los “adolescentes globales” absorben mejor la cultura mediática que sus padres, y muchas veces se convierten en los compradores más asiduos de la familia. Y mientras los adultos pueden mantener sus tradiciones y costumbres, los adolescentes mundiales las están abandonando como si fueran las modas del año anterior. Se considera que el sector demográfico juvenil mundial comprende mil millones de personas, y estos adolescentes consumen una cuota desproporcionada de los ingresos de sus familias.*3

La imagen del “adolescente global” sobrevuela el planeta como una alucinación eufórica de las empresas.*4 Para éstas, el “adolescente global” no vive en un lugar geográfico, sino en un espacio mundial de consumo, conectados a Internet, desde sus celulares, sus laptops y sus MP3; los reúne la Playstation de Sony, los videos de Mtv y los canales de deportes. Buscan las mismas marcas, y les apasiona los mismos programas de televisión.


La autoridad del discurso publicitario no radica en un mensaje aislado, que puede causar poca impresión, sino en el impacto acumulado, la fuerza colectiva de toda la maquinaria de propaganda dirigida a los adolescentes, que integra todo un modelo y paradigma de creencias y comportamientos.
Esta invasión mediático-publicitaria hay que entenderla en este contexto no como un conjunto de anuncios independientes o aislados, sino como una "orquestación" coherente y compacta en la que se mezclan y entrelazan todas aquellas acciones de comunicación mediática-comercial que conforman el ecosistema virtual por donde se deslizan los adolescentes globales. Las corporaciones rodean a los chicos, analizan sus comportamientos, descifran sus miedos y vulnerabilidades, para irrumpir del modo más efectivo en cada uno de sus espacios vitales: a través de las series y programas de televisión, las películas de cine, el vasto universo paralelo de Internet, los "videogames", los videos musicales, los libros y revistas, los auspicios en espectáculos masivos, en las discotecas, recitales, etc., etc.

Para eso, los “adolescentes globales” son expuestos desde su más tierna infancia a esta explosión permanente de mensajes mediáticos adictivos y de alto contenido ideológico. Mediante la repetición continua, estos mensajes sofisticados y de aspecto altamente apetecibles, van construyendo el mundo interno de los niños, sin pasar por el filtro de una necesaria revisión crítica.


Las carencias en la alfabetización mediática de la población constituyen un dato escalofriante, que no parece preocupar demasiado en los niveles académicos, a pesar de que el impacto de los medios es decisivo en la conformación del universo mental de nuestros niños y jóvenes.
Ante esta situación, consideramos indispensable y urgente comenzar a educar a nuestros chicos para el Consumo Crítico y Responsable de los Medios de Comunicación y la Publicidad. Para eso, iremos desarrollando y nutriendo cada vez más nuestra sección de "Educación", para difundir información relevante y acercar propuestas transformadoras para la educación.
<< Convocamos a padres, docentes, profesionales del ámbito "Psi", del ámbito Social y del ámbito de la Educación, para contribuir a una transformación cualitativa en la educación para la ciudadanía y, en definitiva, a la formación de personas con capacidad de pensar en libertad. >>
Proyecto Squatters en Educación
¡Saltá la valla!
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1, 2, 3 y 4: No Logo, Cap: “El adolescente global” – de Naomi Klein.
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Complementá la Información con la Lectura de los Siguientes Artículos:
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Leo Lobos