CUERPOS QUE SIRVEN PARA VENDER COSAS

Por si no lo recordábamos, Coca-cola nos viene a refrescar la mente: el cuerpo de las mujeres puede ser usado como un objeto, como un adorno, como una mercancía más de la sociedad de consumo. Un cuerpo que, como mercancía, se ajusta a la lógica mercantil. Está destinado al consumo, a ser usado y descartado. En la sociedad de consumo, el cuerpo de las mujeres jóvenes se comercializa como una mercancía que ayuda a vender otras mercancías. Pero no es cualquier cuerpo, no es cualquier imagen. Es la imagen de un cuerpo estereotipado, industrializado, ultraprocesado. Las imágenes publicitarias muestran trozos específicos del cuerpo de las mujeres, unas mujeres específicas, que cumplan con un deseo particular de los propietarios: deben servir para vender. Las empresas no muestran cualquier imagen de cualquier mujer, no muestran una imagen honesta, completa, íntegra, real. Sino imágenes industriales, de cuerpos particionados, fragmentados, cosificados, al servicio del negocio ...