Totalitarismo Publicitario (2ª Parte)

En el transcurso de las diversas generaciones de publicistas, el imperativo de la venta –por descontado, lo único real- ha ido doblegando cualesquiera otras exigencias y tejiendo en torno a la profesión una red cada vez más espesa frente a toda otra realidad social. Esto ha conducido al lenguaje publicitario televisivo, por ejemplo, a oscilar entre la exposición grosera de las bajezas humanas y el escapismo poético de baja estofa. Por otra parte, ha determinado definitivamente la textura de la función publicitaria. La publicidad no fue nunca información: en sus inicios, fue reclamo; hoy sólo puede ser propaganda . El desplazamiento de la publicidad hacia la propaganda no constituye el resultado de una estipulación ideológica, sino un cambio real forzado por la existencia de unas condiciones de producción y distribución poderosísimas orientadas hacia el hiperconsumo. De aquí que una economía globalizada y consumista requiera de la propaganda, es decir, de una publicidad globalizada, in...