El Desafío de Re-Conectarnos con Nuestra Esencia Humana.

DESHUMANIZADOS FRENTE A LAS PANTALLAS. A lo largo de nuestra vida de adultos, en nuestros tiempos ultramodernos, nos vinculamos cada vez con más pantallas y con menos personas. Nos levantamos y prendemos la televisión para saber del clima y del tránsito. En el trabajo, gran parte del tiempo estamos frente al monitor de la computadora. Durante el tiempo libre, la pantalla del celular. Si necesitamos plata, el cajero automático. Y hay más: dispenser de golosinas, de gaseosas, boleterías automáticas de subte, tren, colectivo y espectáculos. Pantallas gigantes, de plasma, digitales, videojuegos, DVDs y tableros electrónicos. Si vamos en auto, la pantalla del GPS nos evita la incomiodidad de un sospechoso contacto con otros seres humanos. El vínculo con las pantallas bloquea y atrofia nuestra capacidad para conectarnos con los otros. Y en este sentido, nos desensibiliza, nos deshumaniza(1). Estamos criando a nuestros hijos en un mundo impersonal, dónde de tanto vincularse...